Formados para robar, de la Gran Comisión a la Jugocopo

DESTRIPACUENTOS

Por Antonio Callejo

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Cancún, Quintana Roo. – Si no hay consecuencias por los malos manejos financieros atribuibles a la presidencia de la Jugocopo que encabezó Gustavo Miranda, el diputado consentido de Jorge Emilio González, entonces el ciudadano padecerá, multiplicado por tres, el abuso de una caterva de legisladores que únicamente priorizan la agenda que les beneficia a ellos, distraídos en tratar de reelegirse, adjudicarse bonos y gastos superfluos, vales de gasolina, y ayudas sociales opacas.

Antes, con el esquema de la Gran Comisión, el partido político que tenía el mayor número de votos se despachaba con la cuchara grande, sin rendir en ningún momento cuentas a ningún órgano fiscalizador, menos a los ciudadanos.

Hoy, con la nueva forma de gobierno, es decir, con la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo), el fenómeno de la falta de transparencia, absolutismo en el ejercicio financiero, y el ejercicio unipersonal de los recursos, se va a repetir cada vez que cambie de titular y de miembros dicho organismo. O sea, cada año.

Gustavo Miranda, apenas llegar a la presidencia en este ciclo pasado, enfocó todas sus baterías en reestructurar el gasto del Congreso, para exprimirlo hasta la última gota.

Más que conocido es el caso de su adquisición estrella, la de un sistema de `block-chain´, por el que firmó un contrato de alrededor de 60 millones de pesos, para ministrar más de seis millones mensuales, favoreciendo a una presunta empresa que acabó sita en un domicilio fiscal de Oaxaca, donde en realidad se ubica una veterinaria de mínima monta.

El joven presumió de llegar con ideas modernas y frescas a dirigir esa junta de gobierno, pero en realidad llegó con las peores y más rancias mañas.

Se decía que el nuevo sistema de gobierno democratizaría las decisiones de alto nivel en el Congreso, pero lo que democratizó fue el saqueo.

Peor aún.

Lo hicieron y le imprimieron una nueva forma de blindaje, en tanto que a pesar de que reconocen el robo en despoblado del erario, un escandaloso y cínico desvío de dineros públicos, hacen de la vista gorda con un borrón y cuenta nueva.

Los ciudadanos no han visto ni una sola acción que les beneficie desde la pasada Legislatura, con algunos diputados que repiten en ésta y, por el contrario, los legisladores sí cambiaron su nivel de vida.

La anterior Legislatura, –insistimos, con el componente que se quedó en la actual–, doblaron ridículamente las rodillas ante los sindicatos de taxistas, y al final incumplieron su mandato de hacer leyes para beneficiar a los ciudadanos.
En realidad se pusieron al servicio de las mafias sindicales de taxistas, compuestas en gran porcentaje por políticos tenedores y acaparadores de concesiones de placas de autos de alquiler.

Las mafias del transporte son dueñas de las calles, protegidas por estos legisladores que echaron reversa, recularon, dieron marcha atrás, se doblaron, se quebraron… los sometieron.

Y cambiaron la ley para darle la espalda a los gobernados.

Esos de antes y los de ahora, prefirieron mejor ya no hacer compromisos con los ciudadanos y quedarse con la única agenda de trabajo que les interesa.
La de sus beneficios personales.

Por eso cerraron el edificio sede del Congreso cuando no tuvieron capacidad ni nivel de abordaje a las presiones de los grupos feministas.

Se fueron a rentar oficinas de lujo, puertas bien cerradas, igual que los ojos.

Hoy empiezan de nuevo.

Y el mensaje que envían es igual o peor que cuando se deshicieron, presuntamente, de prácticas como las que decían aborrecer, del `borgismo´, que se embolsó una lanota y luego pretendío blindarse.

Ahora siguen blindados, de la mirada de los ciudadanos, pero también de la justicia.

Sucede que una millonada de recursos se destinó a una `veterinaria´ que presuntamente les vendió un `softwhere´ para autenticar documentos virtuales, y una vez cometido el descarado saqueo, nomás darán vuelta a la página como si no hubiera pasado nada.

Lo que en realidad está pasando, es que los legisladores, de partidos distintos y iguales, se están organizando para una nueva acometida contra las finanzas públicas.

Y blindados. @AntonioCallejo

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