Morena Quintana Roo no tiene liderazgos a la altura de la marca, nomás de la hamaca

DESTRIPACUENTOS (ESPECIAL DE CAMPAÑA)

+ Que se vean en el espejo de Marybel Villegas, la senadora más votada, que no creció más que la marca; hoy botada

+ Casos excepcionales, Mara, que ya es gobernadora, y Eugenio Segura, que debe cuidarse del canibalismo soterrado que les encanta en Morena

+ Un juego de softbol en Chetumal con comunicadores, una muestra del entendimiento de las claves del poder. Nomás faltó un `refrescante´ en el Mar Caribe

+ ¿Por qué el silencio de la dirigente estatal de Morena ante el asesinato de un activista de su partido? Falta empatía, inteligencia en el discurso… falta liderazgo

Por Antonio Callejo

El caso de la senadora Marybel Villegas es el espejo donde han de mirarse los morenistas, todos, si en realidad aspiran a hacer una diferencia perdurable en la escena política.

Porque del techo que electoral que logren alcanzar en junio entrante con Claudia Sheinbaum, es imposible que crezcan más de lo que aguante la marca. Ya no estará AMLO –y si se aparece, sería para presionar a su sucesora en caso de que se desvíe `del camino´–. La batalla será conservar el posicionamiento, o mirar cómo se les deteriora consecuentemente.

Marybel Villegas es el ejemplo notable de la ruta que les esperaría a quienes, o no  cuenten con el liderazgo que justifique el uso de su casaca guinda, o en su defecto queden desprotegidos, por alguna razón, de esas siglas alusivas a la virgen de Guadalupe.

La senadora, por primera vez en su modus operandi, optó por no romper con el partido que la acogió de último, en un acto de conciencia, autopercepción de valor, que a final de cuentas es una autocrítica que parecía no conocer. Hizo bien las cuentas.

En su momento fue la senadora morenista más votada del país, la que además salió ganadora de la candidatura –por si la hubiera perdido–, en una surrealista tómbola, y ese contexto ella lo tradujo como el presunto resultado de un gran apoyo ciudadano hacia su persona y su trabajo.

Construyó un discurso arrogante y por demás soberbio, con el que sostenía un derecho inexistente a llegar casi directamente a las posiciones que se le antojasen, en una ruta que marcó apuntando directo a la gubernatura, justo en el lugar que ocupa Mara Lezama.

En esa ruta, dio codazos, puntapiés, pellizcos y mentadas de madre, en cada ocasión que alguien osó ponerse en su atrabiliario paso. Contó, eso sí, con un montón de aventadores, que finalmente la obnubilaban más, antes que contribuir a abrirle los ojos a la realidad.

No pudo ver la dimensión de la marca “Morena”, resultado de un trabajo muy preciso desde Palacio Nacional.

Entonces, ¿quién supone en Morena Quintana Roo que tiene un mayor, mejor o al menos similar liderazgo que Marybel Villegas?

La senadora quedó refundida en la suplencia de la candidatura a la Diputación Federal del Distrito 02, que encabeza la maestra Elda Xix.

Y para quien quiera quejarse del uso del verbo “refundir”, baste decir que es la palabra técnica y legal que se aplicó a los claustros de monjas en la Ciudad de México, cuando en la aplicación de las leyes de Reforma, el entonces presidente Benito Juárez determinó asumir el Registro Civil, dejando en potestad de la nación la administración de panteones, cementerios, además de traspasar al Estado las numerosas propiedades de la Iglesia, entre ellos decenas de monasterios.

Las monjas fueron `refundidas´; es decir, concentradas en un solo inmueble.

Y bueno, regresando al tema.

En este escenario de ausencia de liderazgos, donde claramente la marca “Morena” es la que va a ganar, empatar o perder cada uno de los numerosos puestos de elección en juego, el reto de los actores es justamente empezar a construir para sumar. De lo contrario, irán en caída si o sí, lenta, rápida o a velocidad crucero. Pero no podrían crecer.

Hay dos casos que merecen mención aparte, cada uno con matices.

La gobernadora Mara Lezama tiene y ejerce un liderazgo probado. Su ejemplo de trabajo asombra a todos. Tiene una capacidad de ubicuidad, pero también una energía notables. No deja pasar ni una alerta, se adelanta a las situaciones en protección civil, atiende los compromisos turísticos con atingencia pero también con altura. Lo mismo se reúne con cónsules, embajadores, secretarios y secretarias de estado, que atienden a grupos de alarifes y pescadores.

Pero ella ya es gobernadora. Y está cumpliendo con su rol.

Otro caso de llamar la atención, es el de Eugenio `Gino´ Segura. Es candidato al Senado de la República, pero su carisma y energía le han colocado, con el reconocimiento de sus compañeros, en un sitio de relevancia en este proceso electoral.

Es cierto que `del plato a la boca se cae la sopa´, y por tanto debe moverse con cautela en un partido al que probadamente le encanta el canibalismo soterrado, pero más de un analista ha descifrado que Gino es un prospecto claro para el 2027.

Gino está construyendo su liderazgo, con un trabajo notable, vigor evidente, pero también con una preparación y entendimiento de cómo se establece un diálogo con la sociedad, con cada uno de sus sectores.

Sus contenidos en redes sociales explotan, y bien, diversos formatos, en una narrativa que lo presenta como un conocedor de la dinámica económica del país, del correcto ejercicio del presupuesto con recursos públicos, e incluso de factores sociales relacionados con la percepción ciudadana, la felicidad.

En Chetumal, organizó un juego de `soft-bol´, que ya es un clásico de la ciudad. Convocó a los comunicadores, experimentados de años todos en ese ejercicio del diálogo con políticos a través del deporte, y se aventaron una ronda de nueve entradas, en un ambiente relajado, donde Eugenio demostró que entiende incluso claves del poder que le están vedadas a muchos aspirantes a políticos que no les da mucho la cabeza.

Nomás le faltó ir al Mar Caribe a pedir un `refrescante´ y un cebiche de caracol con cebolla morada, asada.

Gino si es un ejemplo de que hay forma de estar a la altura de la marca: “Morena”.

Es cierto que, como dicen algunas voces de `fundadores´ morenistas, Eugenio está capitalizando el trabajo que hicieron aquello que recorrieron calles y se asolearon cuando hasta hace unos pocos años Morena no tenía la respuesta ciudadana que tiene hoy. Sin embargo, se trata precisamente de eso.

En todo caso, los `fundadores´ y/o `fundadoras´, se han echado a descansar en la mullida, cómoda y placentera hamaca de la marca. Y ahí se la llevan haciendo una campaña insulsa, armando coreografías con 20 seguidores y pretendiendo enviar la señal de que cuentan con algún liderazgo. Que evidentemente no existe.

Esta campaña no la van a ganar ellos y ellas, si es que ganan. Será la marca, con la excepción desde luego de Eugenio Vázquez Segura, el que va jalando la carreta con un montón de morenistas a bordo.

¿Y DÓNDE ESTÁN JOHANA ACOSTA?

El asesinato a tiros de Manuel Santiago Tun Cen, es otro ejemplo, uno terrible y falto de empatía y humanismo, de la ausencia de liderazgos reales en Morena.

Quien fuera notable activista del morenismo en Cancún, funcionario del ayuntamiento y malogrado coordinador de campaña de Alberto Batún, contó con el silencio absurdo de la dirigente de Morena, Johana Acosta Conrado, cuyas redes sociales y canales de información guardaron un ominoso silencio ante este grave tanto como preocupante suceso.

La fiscalía del Estado, a cargo de Raciel López Salazar, trató de atajar la onda política emitiendo un comunicado que atribuye a “una venganza personal” a el móvil del asesinato.

Con el pequeño detalle de que también apunta el boletín así:

“Se descarta completamente que el motivo de la agresión esté relacionado con el actual proceso electoral”.

Un párrafo escalofriante, si le lee bien.

En este proceso electoral está contenida, en esencia, la vida comunitaria. Vamos a elegir a quiénes sean capaces de mantener ordenada, segura, en crecimiento sano y con reglas claras, a nuestras comunidades.

Un sitio donde nadie sea asesinado por ninguna razón, sea la que sea, porque no estamos en el viejo Oeste, sin más ley que la de las armas y las presuntas razones personales para tomar la vida de otro.

¿Y porque el fiscal está relacionado con Morena no se le puede hacer una exigencia? ¿Una recomendación, un apunte para que eche a andar el suntuoso aparato de investigación para esclarecer este asesinato?

Falta inteligencia, sentido común, empatía… Liderazgo.

Loading

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dos + cinco =