¿Quién es Caín, quién es Abel?

+ La asignación de candidaturas entre Partido Verde y Morena apuntan a un techo mínimo de votos para el partido oficialista

+ Eugenio `Gino´ Segura, el candidato estrella de la 4T. Los demás hacen fila para acompañarlo a algún recorrido o acto

+ El curioso caso de las candidaturas de los Distritos 03 y 04, donde ya hay un empate técnico para Morena, y frutos en ciernes para el Verde

DESTRIPACUENTOS

Por Antonio Callejo

Cancún, Quintana Roo. – El partido Verde y Morena van de aliados en Quintana Roo en esta elección.

Parece innecesario el aserto. Sin embargo… porque siempre son importantes los `peros´…

… lo que está en juego para ambos, son los números totales que le van a presentar a su abanderada a la presidencia, Claudia Sheinbaum. Allí está la no tan pequeña diferencia en las estrategias de cada uno de esos órganos.

Entonces, en la vista panorámica PAN,PRI,PRD serían los enemigos enfrente de la autollamada 4T. Pero vistas adentro de este conglomerado, hay una confrontación nada sutil. Morena y Verde caminan juntos, pero a codazos, pellizcos bajo la mesa y patadas en la espinilla.

En ese entendimiento, quien o quienes tomaron las decisiones importantes para designar candidatos y candidatas, lo hicieron sin ninguna inocencia. Al contrario, a lo mejor se plantearon de antemano perder `algo´, para ganar más. Una especie de ajedrez, donde las primeros movimientos van a desencadenar una serie de resultados, que al final de cuentas van a convenirle más a uno.

Pero para nada a los dos.

De allí el título de este texto, que proviene de una letra del sabio Joaquín Sabina –a quien en el futuro le darán el Nobel de literatura, lo digo yo–, hecha en homenaje al filipino – y por extensión mexicano, también lo digo yo–, Luis Eduardo Aute.

Un alto referente del Partido Verde –así como suele decir mi colega cordobés Hugo Martoccia–, me explicó, tras los resultados electorales de un distrito electoral donde su partido le ganó a Morena, que hicieron un trabajo al detalle fino en esas votaciones del 2022, tanto que incluso “se nos pasó la mano”, esa fue la expresión.

Se refirió específicamente a los resultados en un distrito electoral local, donde a pesar de ser aliados, decidieron en esa elección ir por separado Morena, PT y Verde. Este último partido ganó la curul, en la persona de Susana Hurtado, para entonces recién reclutada, pues provenía del PRI, y con todo le pasó por encima a Ricardo Velazco Rodríguez, un fundador del partido oficialista.

Hoy el Partido Verde está trabajando con aún más precisión.

En la avenida Luis Donaldo Colosio, me llamó la atención un espectacular que apoya a la candidata presidencial Claudia Sheinbaum. La proclama allí dice: “EL FUTURO DE LA 4T ES VERDE”.

Más claro, como se dice, ni el agua.

Lo hemos comentado antes, pero sirve retrotraer el ejemplo de forma más redonda o amplia: En el Distrito 03 federal, Morena decidió ir solo con un morenista fundador. Véase el episodio de Velazco y Susana citado arribita. Se entiende la apuesta porque esa demarcación contiene zonas populares de la ciudad de Cancún.

Pero sucede que los números de la más reciente encuesta conocida, la de Massive Caller, le da a Morena un empate técnico o una muy ligera ventaja, si se contrastan bien los resultados. Porque se ocultan, sea por error u omisión, las cifras que corresponden al Verde y al PT. La encuesta publicada expone que encuestados fueron preguntados por un escenario donde son aliados Morena y Verde, cosa que no sucede allí.

Otro caso curioso es el resultado de la misma casa encuestadora, pero en el 04 Distrito, también de Cancún. Allí la candidata de Morena si aparece con el mismo empate técnico  frente a la oposición (PAN, PRI y PRD), a pesar de que es una política bastante experimentada, con trabajo de base y probada conexión con el sector más vulnerable.

Y aquí vuelve la duda insidiosa: ¿Qué habría pasado si se intercambiaran esos dos candidatos? Si la candidata fuera al 03 y el candidato al 04. La lógica dice que producirían más votos. Que sumarían a sus proyectos particulares, y que también sumarían al resultado de la elección presidencial.

Mejor aún. Si Morena fuera acompañado del Verde.

La lectura superficial indica que las designaciones de esas candidaturas –como ocurrió con todas las demás, solo que estamos usando éstas para ilustrar de acuerdo con el título de la columna–, favorecen la posibilidad de que el Partido Verde se luzca más con los números finales.

Que queden mejor con Sheinbaum, pues.

Otros casos de asignación de candidaturas hechas de forma extraña, que para nada le van a rendir frutos positivos a Morena, son aquellas donde se forzaron las `Acciones afirmativas´.

Para quien no sabe, las `acciones afirmativas´ son el mecanismo para igualar, de manera afectiva, las desigualdades sociales e históricas. Es decir, las mujeres que no tenían derecho al voto durante la mayor parte de la historia del país, los indígenas que escasamente llegan a puestos de elección popular, los miembros de la comunidad LGBTT, y/o personas con discapacidad casi nunca representadas por ellos mismos en posiciones de toma de decisión, tienen esta herramienta para asegurarse un sitio.

Pero hubo en Morena quien o quienes decidieron inventarse discapacitados por uñero en el dedo gordo del pie, o indígenas por ascendencia hasta novena generación.

No quiere decir que Morena no vaya a ganar en los casos referidos. Lo que estamos planteando, es que esas asignaciones apuntan a obtener un techo mínimo de votos, no un máximo.

El Verde, en contraste, jugó y juega sus fichas al máximo. Dentro de la alianza, y fuera de ella.

Hay un candidato que suma lo mejor de ambos partidos. De hecho, es el que mejores números tiene, de acuerdo con las encuestas internas de Morena y del Verde, y que aunque va siglado por el primero, hace una campaña que destaca por que una de sus principales propuestas es, promover la enseñanza obligatoria en primaria y secundaria, de una materia de “ecología y medio ambiente”.

Eugenio Segura se mueve como pez en el agua en esta campaña. No pueden estar más contentos quienes lo impulsaron, desde su incursión en el servicio público en el Congreso, luego en el ayuntamiento y después en la Secretaría de Finanzas y Planeación.

Es el candidato estrella de la 4T en Quintana Roo. Tanto que los demás candidatos, verdes y morenos, hacen fila para acompañarlo a algún recorrido. Les suma a todos cada vez que hacen campaña con él, mientras que los demás, cada uno por su cuenta, tienen que arrastrar con negativos, sea por el abuso de las acciones afirmativas, o por algún pasado errático.

Pero regresando al tema que nos ocupa, aquí es oportuno hacer notar que el Partido Verde perdió una senaduría, incluso antes de las votaciones del dos de junio.

En una entrevista reciente, Mario Delgado, líder nacional de Morena, reveló que en la estrategia general de su partido, le `prestaron´ 12 candidatos a senador al Partido Verde, en igual número de estados del país.

Porque como se sabe, también llegan al escaño quienes obtengan el segundo lugar en número de votos. Esa vía se llama `primera minoría´. Explica Delgado que así llegarán más senadores aliados de la 4T. Los morenos, y los morenos trasvestidos de verdes. Les dicen `kiwis´, porque son verdes por dentro.

Aquí en Quintana Roo, se hizo saber en su momento que sería al revés. Es decir, que el Partido Verde iría solo por una senaduría, con la misma intención. Que Morena ganase la primera fórmula, y que el Verde llegara también al senado, con un segundo lugar que con toda certeza podía alcanzar.

Pero no fue así. La decisión fue que no fuera el Verde solo, de manera que ya perdió ese escaño, y si se lee de otra manera, pues le están regalando la senaduría a Mayuli (no me acuerdo de su apellido, pero ni falta que hace porque su trabajo es irrelevante), o bien al comediante Palazuelos. Personalmente apuesto que será la panista amiga de Carlos Joaquín, quien repetirá. Suena más lógico en esta mecánica de repartición de candidaturas sin ninguna candidez.

En resumen. Si bien pueden alzarse con una victoria general, Partido Verde y Morena están inmersos en una batalla por tener los mejores números por separado, y en ese tráfago se van a generar más que incomodidades. Agravios, puede ser.

¿Quién en Caín, quién es Abel? Ahí queda la pregunta.

Si recuerdas el pasaje, el padre de ambos fue en algo culpable de ese primer fratricidio, cuando se mostró más complacido por la ofrenda de uno de los hermanos. Si hubiera aplicado bien la `acción afirmativa´, hubiera agradecido las dos del mismo modo.

Y bueno, acá no será hombre el que revise las cuentas. Será ella.

@AntonioCallejo 03.04.2024

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