Un oso se acercó a un grupo de trabajadores de la construcción que laboraban en San Pedro, en Nuevo León. El animal se aproximó a los albañiles durante el descanso que tomaron para comer. Intentaron invitar una tortilla al oso, pero el animal no parecía interesado en su comida, sino en un bote lleno de agua, del que aprovechó para refrescarse. Después de beber, el oso se marchó tranquilamente del lugar sin molestar a nadie.