La inútil pero muy entretenida carta a Donald Trump

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DESTRIPACUENTOS

Por Antonio Callejo

+ Advierte la presidenta de una desestabilización económica para ambas naciones si se aplica el aumento de 25 por ciento de aranceles a productos mexicano

+ Sostiene Sheinmbaun con sus `otros datos´, que México sí disminuyó el trasiego de indocumentados y que combate el tráfico de fentanilo

Cancún, Quintana Roo. – Claudia Sheinbaum leyó esta mañana una carta que ha de enviarle a su par estadunidense Donald Trump. No tiene desperdicio. Lejos, y qué bien, de la demagogia y sumisión que le confirió su antecesor, Andrés M. López Obrador, la presidenta tiene un tono muy propio y hasta retador.

La epístola tiene matices de ironía, frases provocadoras, no obvia  reclamos muy bien fundados, e incluso le desliza una amenaza a su invectiva principal, de los aranceles, con la máxima bíblica del `ojo por ojo:
“A un arancel, habrá otro de respuesta”, se lee en la misiva.

Pero hay que ser bien claro. O mejor dicho, no seamos ingenuos.

Nada hará cambiar los planes a Trump, ni aunque la carta de la presidenta sea tan entretenida y sobre todo tan emocionante para su público.

Y es que, los políticos de ahora son una especie de magos entretenedores. Taumaturgos de la palabra, se dirigen estrictamente a sus fanáticos –nunca mejor dicho–, con quienes han de quedar bien, sin escuchar ni darle atención a nadie más, mucho menos si ese alguien más tiene una opinión o de plano una visión diferente.

La verdad de Donald Trump es la verdad que quieren escuchar sus 77 millones de votantes (más del doble de los 35 millones de C. Sheinbaum), que corresponden a su `pueblo bueno y sabio´.

Y para el venidero y dobleteante presidente norteamericano, México es un enemigo muy peligroso, en tanto que, asegura, este país le retaca al suyo de muy malas personas, de drogas deliciosas e irresistibles para sus gobernados, así como de toneladas de productos chinos, disfrazados de mexicanos, que entran como troyanos para destruir su economía.

Claudia Sheinbaum le enviará una carta, dijo esta mañana, para enterarlo de sus `otros datos´. Unos que, es altamente probable, no tomará en cuenta ni mínimamente, para seguir con el relato que le encanta a sus electores, y con el que piensa gobernar un segundo periodo, como ya hizo una primera vez.

La carta es muy entretenida, pero francamente inútil para los efectos que persigue o que dice perseguir su autora.
Es decir, poco o más bien nada, hará cambiar de parecer al anaranjado caballero de la blonda cabellera.

FIRME, CRÍTICA Y HASTA IRÓNICA

El tono de la carta que Claudia Sheinbaum pretende enviar a Donald Trump tiene elementos de firmeza y crítica constructiva, con un enfoque de colaboración internacional. La carta parece tener un matiz de ironía, especialmente cuando sugiere que parte de la inversión bélica de EE. UU. podría destinarse a «la construcción de la paz y al desarrollo». Esta afirmación debe interpretarse como un cuestionamiento nada sutil a las prioridades del gobierno estadounidense en temas de seguridad y migración.

Además, el texto destaca una postura crítica y de defensa hacia las políticas implementadas por México, subrayando la disminución en la migración irregular gracias a la cooperación binacional, mientras sugiere que las acciones punitivas, como los aranceles, no son la solución adecuada para los problemas compartidos, como la migración y el tráfico de drogas.

En cuanto a la reacción de Trump o de la administración estadounidense, la carta sugiere que espera una respuesta basada en la negociación y cooperación, en lugar de la imposición de medidas unilaterales.

Pretende que el destinatario vea la carta como un reto diplomático, pues subraya la necesidad de abordar los problemas desde una perspectiva conjunta en vez de tomar acciones que podrían generar tensiones comerciales y afectar la economía regional.

LA DESESTABILIZACIÓN COMÚN, EL ESCENARIO

En general, Sheinbaum utiliza un tono diplomático pero firme, señalando que los problemas relacionados con la migración y el tráfico de drogas requieren cooperación y entendimiento, y no amenazas económicas que podrían desestabilizar las relaciones entre ambos países.

AMENAZA, ADVERTENCIA, CONSECUENCIA…

Y sobre ese comentario de Sheinbaum que dice que “a un arancel, vendrá otro”, ¿es una amenaza?

El comentario tiene un tono de advertencia que podría interpretarse como una amenaza diplomática o, más precisamente, como una declaración de posibles consecuencias de retaliación. No es una amenaza en el sentido agresivo, pero sí subraya que si Estados Unidos aplica aranceles a México, el gobierno mexicano responderá con medidas similares.

Esta afirmación se alinea con la lógica de reciprocidad en las relaciones internacionales, donde las acciones de un país, como la imposición de aranceles, suelen tener repercusiones equivalentes por parte del otro para defender sus intereses económicos y mantener un equilibrio en las relaciones comerciales.

La intención obvia es hacer ver a Trump que aplicar aranceles podría desencadenar una escalada de represalias que pondría en riesgo la estabilidad económica de ambos países, lo que afectaría también a las empresas y a la economía de América del Norte en su conjunto.

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