DESTRIPACUENTOS
Por Antonio Callejo
Cancún, Quintana Roo. – Basta asomarse un poquito a la historia, –la de los historiadores no la de los políticos que se inventan héroes y heroínas a modo–, para caer en la cuenta de que en cada proceso histórico de México, las grandes y más cruentas batallas, se dieron entre miembros de un mismo grupo o causa.
El choque Adán Augusto-Ricardo Monreal, no se va diluir ni con el jalón de orejas estilo primaria que les dio Claudia Sheinbaum, en la persona de la secretaria de Gobernación Rosa Icela, ni con el tiempo. Sus diferencias son rotundas y apenas salieron a flote. Baste decir que ambos contendieron por la presidencia del país, y eso habla de sus proyectos de largo plazo, destinados al encontronazo permanente.
Lo interesante para los estados es que cada uno tiene bases que sustentan su proyecto y, consecuentemente, irán construyendo bloques cuyas ondas irán de cruce en cruce como secuelas. En 2027 se renuevan 16 gubernaturas, entre estas la de Quintana Roo, y cada uno de esos dos dirigentes tiene igual número, o más, de prospectos.
Adán Augusto tiene un evidente ascendencia o padrinazgo sobre el senador Eugenio Segura, franco tirador a la gubernatura. Mientras que Ricardo Monreal acogió primero a Marybel Villegas y más recientemente al presidente municipal de Tulum, Diego Castañón. A un año y medio de que se decante la carrera sucesoria en el estado, habrá que ver cómo impactará este diferendo notable y notorio en Morena, en los acontecimientos y rutas de los actores locales. Porque habrá efectos, sin duda.
En el Senado está también Anahí González, quien tiene un desencuentro conocido con Eugenio Segura, a quien ve como algo así como a un advenedizo, pues forma parte de los llamados `morenos puros´, cuyos méritos ya fueron más que saldados con cargos y poder. Y entre los diputados que será llamados a formar bloque, está Humberto Aldana, desde luego.
Pero para explicar cómo se fragmentan movimientos que parecieran inquebrantables, como en este caso la autodenominada 4T, hagamos un repaso histórico.
La Conquista de pueblos originarios contra Mexicas
Casi olvidado a fuerza de contar una narrativa torcida y mutilada, la llamada conquista de México se dio cuando se unieron a los europeos cientos de miles de indígenas hartos de la exfoliación y el asesinato de los suyos a manos de los mexicas. O sea, la conquista no habría sido posible sin los pueblos originarios oprimidos, aliados a los visitantes del `Viejo Continente´.
La Independencia
En la independencia, por ejemplo, acabó fusilado su consumador, Agustín de Iturbide, acusado incluso de traidor. En la Revolución, Ignacio Allende trató de envenenar a Miguel Hidalgo, `El padre de la Patria, pues no veía remedio a su inusitada crueldad y ambición. En el Segundo Imperio, un hijo de Morelos, de nombre Juan Nepomuceno, sirvió a Maximiliano y le hizo la guerra a los independentistas que representaba su propio padre.
La Revolución
La Revolución recibió un golpazo en la conocida `Decena trágica´, cuando Victoriano Huerta y su grupo asesinaron a Francisco I. Madero, para hacerse del Poder a la mala. Lo traicionaron con todas las ventajas de la mentira.
El PRI que se volvió PRD y luego Morena
Y así… en tiempos más cercanos, el PRI que gobernó más de setenta años, se consumió desde dentro para dar paso a un PRD y luego a un Morena que demolieron su pasado, su legado, colores y siglas, y donde sobrevivieron los más avispados; aquellos que tuvieron la visión de trasmutar al paso y pedido de los ciudadanos.
Ahora, dos de los máximos líderes de Morena, ambos originarios políticamente en el PRI, es decir Ricardo Monreal y Adán Augusto López Hernández, líderes camerales de los diputados y los senadores, respectivamente, salieron al ruedo para protagonizar un choque de escándalo. Dinero y poder, fueron como siempre ha sido, las motivaciones esenciales.
Y si bien la presidenta Claudia Sheinbaum los llamó a sentarse y estrecharse la mano como hacen las mamás con los primos peleoneros, la confrontación ya quedó abierta y difícilmente quedará allí, sin otras consecuencias.
Ricardo Monreal parece el ganador en primera instancia, con sus contratos grandes y pequeños establecidos cuando fue líder del Senado, así como sus libros de a mil pesos el ejemplar, comprados en lotes de dos o más millones de pesos. Quedarán allí, porque así se ha establecido en Morena. Que no hay consecuencias en desfalcos y malos manejos, siempre y cuando se sujete bien el estandarte morenista.
Sin embargo, difícilmente se olvidará Adán Augusto López de esta afrenta. No se va a quedar con los brazos cruzados, y eso se da por descontado.
La duda que surge para los patios estatales, como señalamos al principio, es cómo afectará a los bandos que están llamados a formarse en el Senado y en la Cámara de Diputados.
Otro ejemplo sencillo.
Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, salió a ponerse al lado de Adán Augusto, su jefe y su líder –queda claro–, y puso una distancia con Monreal, a quien emplazó a dar explicaciones sobre el choque y las acusaciones de malos manejos.
Así, en cada cámara, los diputados que votaron a favor del recorte a los recursos del Senado, están obligados moralmente a respaldar a Monreal. O sea, se han formado bandos con liderazgos muy claros y celosos cada uno de su ámbito de influencia.