
Por Miguel Borge Martín
Paso ahora a platicarles un poco de la Universidad de Quintana Roo, que hace poco más de 34 años, el 24 de Mayo de 1991, se incorporaba a la estructura del Estado con sede en la ciudad de Chetumal, como una Institución de gran trascendencia en la vida de la entidad. /Fue un logro de gran valor por el elevado significado que tiene la educación superior en la vida de la sociedad.
Lograr hacer realidad la Universidad, fue cristalizar un viejo anhelo de casi un siglo; desde cuando siendo adolescente escuchaba decir a mis mayores que en Quintana Roo se necesitaban 2 cosas: El autogobierno (la soberanía) y una Universidad. /Resulta fácil concebir y entender que una sociedad como la quintanarroense, que alzaba la voz para reclamar el reconocimiento de sus derechos colectivos -su soberanía- pudiera dejar de lado la idea de la educación plena, como parte de su ensanchamiento cultural. /Esto es así porque soberanía y cultura son dos palabras que se implican la una a la otra. /La soberanía crea condiciones favorables al desarrollo de la cultura y la ampliación de la cultura fortalece la soberanía.
Dos cosas fueron claves para alcanzar el éxito con el proyecto de la Universidad: la discreción con que se manejó (sin hacer mucho ruido, para evitar frustraciones en caso de que fallara) y la estrategia con la que se fueron dando, uno a uno, los diferentes pasos para su realización. /Comenzamos construyendo planteles del Colegio de Bachilleres en diferentes puntos del Estado, lo que ya de por si era importante, pero también para garantizarle a la Universidad la demanda de estudios del nivel superior. /Se crearon Centros de Cómputo y se mejoraron los Laboratorios y Bibliotecas de los 4 o 5 planteles que ya existían, y se crearon 6 nuevos planteles completamente equipados, lo que significó aumentar la matrícula estudiantil del bachillerato en más de un 100%. /De esta manera evitamos que nuestras negociaciones con la federación fracasaran, porque quedaba plenamente justificada la creación de la Universidad.
Cubierto el objetivo anterior, me preparé para una plática con el Presidente de la República, en la que le expuse las características generales y las particularidades del proyecto, tanto en los aspectos académicos como organizacionales: Una Universidad de 5ª Generación, con Rutas Académicas para que los jóvenes aprendieran lo que querían saber, y con énfasis en la enseñanza aprendizaje. /Al Presidente le gustó el proyecto y a partir de ese día, cada vez que nos encontrábamos, lo primero que hacía era preguntarme cómo iba el proyecto de la Universidad y yo le comentaba cuáles eran los avances. /Ya con la anuencia presidencial pudimos movernos con mayor facilidad, cuidando siempre no hacer demasiado ruido sobre los avances que íbamos teniendo.
Adicionalmente a los trabajos que se comenzaban a hacer sobre los temas académicos y organizacionales, había que localizar los terrenos para desarrollar el plan maestro de sus instalaciones y para garantizar la suficiencia financiera de la Universidad. /Recorrí por un lado los terrenos cercanos a la desembocadura del Río Hondo, donde podíamos contar con muchas hectáreas, pero a costos muy elevados de construcción por ser terrenos fangosos, y, por otro, los terrenos que habían sido un basurero y un vertedero de aguas negras, donde finalmente se decidió construir el campus, que es el sitio donde actualmente se encuentra.
El eje del campus es esa calzada amplia con una jardinera central elevada a media altura, que va del acceso principal del campus al edificio de la biblioteca, que estaba pensado para ser el edificio más relevante. /De este edificio sólo se construyó la tercera parte y sus instalaciones estaban previstas para tener contacto por internet, desde hace 34 años, con las bibliotecas más importantes del mundo. /Toda la infraestructura requerida por el Plan Maestro del campus se construyó en forma subterránea, y sólo se manejaron los proyectos ejecutivos de lo que se iba a construir, para que diferentes generaciones universitarias hicieran su parte de acuerdo con las circunstancias y con la tecnología existente.
La cuestión financiera, para cubrir las necesidades de gasto e inversión que se le fueran presentando a la Universidad, la resolvimos con el impuesto del 2% sobre nóminas, que ya había sido aprobado por el Congreso años atrás, pero que nunca se había aplicado. /Debo decirles que no fue fácil. /Tuvimos que platicar con las organizaciones empresariales del estado, para hacerles ver la necesidad presupuestal de más recursos. /Concluida la etapa del cabildeo, comenzamos a recaudar este impuesto sin mayores complicaciones. /Así aseguramos suficientes recursos que le permitieran a la Universidad contratar maestros de buen nivel y bien remunerados, pero también establecer un amplio Sistema de Becas de varios tipos (colegiatura en diferentes porcentajes hasta el 100%, transporte, manutención, libros, ayudantías, etc.), de manera tal que las limitaciones económicas de las familias no fuesen un impedimento para que los jóvenes quintanarroenses vieran frenadas sus aspiraciones de superación profesional. /Asimismo, quedaba garantizado que la Universidad contaría con suficiencia financiera para no descuidar, por falta o escasez de recursos, su objetivo de alta calidad. /Como una ilustración de lo que fue la dotación original de recursos, hoy la universidad maneja un presupuesto 50% estatal y 50% federal, del orden de los 450 a 500 MDP al año, cuando debería tener alrededor de 2,000 MDP estatales, a los que habría que sumar otra cantidad igual de recursos federales, que harían que la Universidad y la educación fuesen las referencias obligadas al hablar de Quintana Roo. /La Universidad, que es el proyecto más importante del estado, debe recuperar sus recursos originales para imprimirle a Quintana Roo un nuevo perfil y una nueva dinámica económica, social, tecnológica y cultural.
El diseño académico de la Universidad fue una tarea en la que contamos con mucha colaboración. /Teníamos muy clara la visión de lo que debería ser la Universidad, pero requeríamos, obviamente, del consejo y la experiencia de expertos en educación superior, para determinar los detalles del modelo de universidad que queríamos establecer. /El grupo de colaboradores estaba formado por unas 20 personas -expertos todos- de la SEP, de la ANUIES y de Universidades Públicas y Privadas de diferentes estados del país. /Sus valiosas aportaciones contribuyeron a perfeccionar y validar el proyecto de la Universidad. /Queríamos una Universidad dominada por el ambiente académico y no por la burocracia administrativa o las jerarquías entre colegas, que frecuentemente desvían la atención de lo que es la parte substancial de un verdadero ambiente universitario; queríamos una Universidad con una estructura horizontal y no una estructura vertical. /Y recuerdo que, en una de las reuniones finales del Grupo Asesor, se discutió ampliamente el tema y se decidió que la estructura de la Universidad sería departamental y no divisional. /Al ser así se privilegiaba la profundización en campos específicos del conocimiento, al tiempo que se creaba la figura de los Colegios Interdepartamentales, para configurar grupos multidisciplinarios de investigación, cuya vigencia no era fija, sino estaba dada por el tiempo requerido para desarrollar el proyecto de investigación que les daba origen. /Desconozco las razones, pero esta visión de la Universidad no tuvo oportunidad de demostrar sus bondades porque se modificó muy poco tiempo después. /Por cierto, hace algunos meses me enteré de que 2 “carreras” no podrían sostenerse porque para una de ellas había sólo un alumno, y para la otra, dos alumnos o algo así, cuando con la organización departamental y una estructura horizontal esto no podría pasar en una universidad que ya cumplió 34 años. /Tal situación corresponde a la rigidez de la estructura vertical y refleja una crisis de esta estructura. /La Universidad debiera tener la capacidad suficiente para ser recipiendaria de todas las expresiones y vocaciones que puedan contribuir a incrementar el conocimiento.
Con base en su estructura departamental, el diseño curricular de la Universidad se estableció retrospectivamente; es decir, se planteó la cobertura académica que se quería para la Universidad en 50 años, en términos de la misión que se le había fijado, y a partir de esa meta, se determinaron los Departamentos que debería tener 5 años antes, 10 años antes, 15 años antes, y así hasta llegar a los Departamentos con los que iniciaba sus actividades en 1991. /Los 50 años de este ejercicio pudieran parecer muchos, pero no son tantos si se considera que una universidad apenas alcanza su consolidación en unos 35 o 40 años. /La idea era avanzar en la dirección de esa ruta retrospectiva, creando paso a paso los departamentos que llevarían a la Universidad a un sitial de verdadera excelencia en la oferta de educación superior a niveles nacional e internacional.
La ruta retrospectiva consideraba importante la creación del Departamento de Filosofía. /Este era un paso sumamente importante en la configuración del perfil universitario, porque la esencia de las universidades se forma con las áreas dedicadas a las ciencias duras y a la filosofía. /La reflexión sobre sí misma y sobre su entorno es fundamental en la vida de una universidad. /No me refiero a la impartición de algún curso de filosofía, sino a la existencia de un núcleo dentro de la Universidad, cuyo quehacer cubre la enseñanza, pero va más allá, profundizando en la propia razón de ser de la Universidad.
En el modelo adoptado, se estableció un tronco común para que, como yo decía, un estudiante de la Universidad de Quintana Roo se pareciera a otro estudiante de la Universidad de Quintana Roo. /Después seguía el cuadro de materias propias del perfil profesional que el mismo estudiante había escogido, auxiliado por su(s) Consejero(s) Académico(s), para que, por ejemplo, un ingeniero de la Universidad de Quintana Roo se pareciera a otro ingeniero egresado de cualquier centro de educación superior del país, y por último, en la etapa final de la licenciatura, la opción de especializar la terminación de los estudios y encontrar mejores posibilidades de acomodo en el fluctuante mercado del trabajo. /Exceptuando la etapa del tronco común, en el modelo establecido para la Universidad, el estudiante no estaba considerado como un sujeto pasivo en la definición de su perfil curricular sino, por el contrario, auxiliado por su(s) Consejero(s) Académico(s) y por la planta docente de la Universidad, participaría en la definición de su plan de estudios, acorde a sus inquietudes e intereses personales. /Por esta razón hablábamos de Rutas Académicas, que después tuvieron que traducirse para establecer sus equivalencias con el sistema de carreras, que es el que mejor entendemos, porque es al que desde siempre hemos estado acostumbrados.
Contemplábamos a la Universidad de Quintana Roo como una Institución en la que el número de alumnos por maestro se mantuviera bajo, preferentemente de una cifra. /Este objetivo guardaba estrecha relación con la búsqueda permanente de la calidad que la Universidad se había fijado, lo que a su vez armonizaba perfectamente con el concepto de la enseñanza aprendizaje, en condiciones de alta efectividad. /Se trataba de que la comunidad universitaria en su conjunto, maestros y alumnos, apoyada por las facilidades de la Universidad, interactuara fuertemente en beneficio de la formación de los alumnos y de la experiencia docente de los maestros de la Universidad. /La enseñanzaaprendizaje estaba considerada a futuro como uno de los rasgos distintivos de la Universidad de Quintana Roo. / Con todos estos ingredientes la Universidad nacía como una universidad de 5ª Generación. /Según los expertos, las de primera generación se dieron en la época de la colonia. Después vinieron la 2ª y 3ª generación con estructuras rígidas que privilegiaban el lado de la docencia, el lado que estaba en la estructura fija de las instituciones. /Quienes, como yo, estudiamos en los años sesenta o años antes y algunos después, estudiamos en escuelas superiores o universidades de 3ª generación. /Después vinieron las de 4ª Generación, más departamentalizadas y con nuevos agregados educativos, como la UAM y la Ibero. /Pero la nuestra, la Universidad de Quintana Roo, con su estructura departamental, sus rutas académicas como opción educativa y con la enseñanza-aprendizaje, surgía como una universidad de 5ª Generación: “La Nueva Universidad Mexicana”.
Cualquier evaluación de nuestra Universidad tendría que hacerse teniendo como referencia su proyecto y las metas que se le habían fijado. /Ha sido un error comparar a la Universidad de Quintana Roo con universidades de 3ª o 4ª generación, porque una comparación así arroja resultados positivos pero incorrectos. /La Universidad de Quintana Roo debe evaluarse en términos del modelo, los conceptos y las metas que se le fijaron desde su origen. /La etapa final del proyecto de la Universidad fue la elaboración de su Decreto Fundacional, que integraba en un solo documento las cosas a que me he referido. /El Decreto no fue solo un documento para cubrir la formalidad de fundar la Universidad, sino la expresión de un proyecto por el que se creaba una institución educativa de avanzada, para responder bien a aquel viejo anhelo de los quintanarroenses que nos precedieron. /La Universidad de Quintana Roo, a sus 34 años, debiera revisar a fondo y con acento crítico sus avances y sus retrocesos, para transitar por los caminos que se le fijaron desde su creación. /Pasó bastante tiempo para que la tuviéramos y es un deber colectivo cuidarla, porque es el proyecto más valioso que tenemos para transitar hacia un mejor futuro. /Las universidades no se crean todos los días, se hacen día con día, con esfuerzos comprometidos con el quehacer educativo y cultural de una comunidad. /Hoy nos da gusto ver a quienes egresan de la Universidad de Quintana Roo, culminando un sueño como el que tuvieron los quintanarroenses que nos precedieron. /Ojalá y siempre soñemos como ellos para que no se detenga el progreso de Quintana Roo.
Después de 34 años la Universidad ha crecido significativamente. /Su oferta de estudios, que comenzó con 8 ‘carreras’ y una primera generación de poco más de 200 estudiantes, se ha ampliado enormemente. /Es innegable que esta tendencia se mantendrá hacia el futuro. /La Universidad seguirá creciendo, pero ese no puede ser su móvil superior. /Deberá ponerse atención a la calidad con que se vaya produciendo el cambio, para asegurar una Universidad de excelencia en el futuro. /Destaco esta sentencia: el futuro de la Universidad se definirá en términos del nivel de calidad que alcance a ofrecer. /En este sentido, quiero hacer mención de algunas de las cosas que deberán considerarse en la construcción del futuro de la Universidad.
Habrá que resolver el aspecto financiero, porque determina por un lado la certidumbre del proyecto establecido para la Universidad y, por otro, los tiempos o plazos establecidos para el cumplimiento de las metas que se le tengan fijadas a la Institución. /La Universidad debe recuperar los recursos que le fueros sustraídos, porque sin esos recursos no es posible aspirar a logros sobresalientes que beneficien al Estado. /Esta recuperación de los recursos de la Universidad no puede hacerse de un año para otro, porque no lo aguantaría el Presupuesto de Egresos del Gobierno estatal. /Lo que sí se puede hacer es programar la recuperación de esos ingresos en un período de 6 a 10 años, para que puedan retomarse con fuerza las principales líneas del proyecto de la Universidad.
Hay que tener bien presente que aquel viejo anhelo de contar con una universidad en el Estado es un proyecto en sí mismo. /Una Universidad no es algo que se crea y se deja a garete, para que, gratuitamente y sin recursos, llegue a ser algo exitoso. /Una universidad estatal, es el proyecto más grande y de mayor envergadura que puede tener un estado. /La UQRoo es el proyecto más grande y ambicioso que ha tenido y tiene Quintana Roo, pero necesita recursos para poder realizarse. /No es cuestión de un acto de magia. /Fácilmente podemos imaginar que, de no habérsele retirado los recursos originales proporcionados por el Gobierno del Estado, 8 veces mayores que lo que tiene en la actualidad, después de 34 años la realidad de Quintana Roo sería extraordinaria y completamente diferente de lo que hoy es. /Aun con la importante influencia que tiene el turismo en la vida del estado, el perfil socio económico y cultural de Quintana Roo sería más completo y de mejor calidad que el que existe en la actualidad. /Pero el proyecto se quedó ahí; no avanzó. Da lástima y da tristeza.
Uno de los Departamentos que estaba en la agenda inmediata del crecimiento de la Universidad era el de Filosofía. /No se creó, como no se crearon después otros Departamentos, y esto puede considerarse como estancamiento para la Institución, desde un punto de vista cualitativo. /Es importante que la Universidad cuente con esta área de encuentro y discusión del conocimiento, para avalar la solidez de la enseñanza y la fortaleza de la instrucción y los diplomas entregados por la Universidad.
La vinculación con la sociedad con la que nació la Universidad es un concepto muy importante que se perdió en toda su magnitud desde los inicios. Siempre hemos estado acostumbrados a pensar que la educación está en manos del gobierno o de los particulares, pero no necesariamente cercana a la sociedad. /La figura del Consejo Social es prioritaria en este sentido, y debe fortalecerse, para que la Universidad asuma con mayor plenitud el papel que debe tener al servicio de la sociedad. /Será necesario revisar el concepto con el que se creó en el Decreto original, para fortalecer la figura del Consejo Social en la mayor medida posible.
El Decreto fundacional consideraba el crecimiento futuro de la Universidad y la distribución regional de sus Unidades según las necesidades y posibilidades socioeconómicas y culturales de la Entidad y las académicas e institucionales de la Universidad, así como el impulso a la descentralización académica, funcional y administrativa. /Hay que recordar que, en previsión de este crecimiento, se le asignaron a la Universidad terrenos en Felipe Carrillo Puerto, Cozumel, Isla Mujeres, Cancún y Tulum. /Se hace necesaria ya la revisión del esquema de organización y operación territorial de la Universidad, para garantizar mayor eficacia y eficiencia a los trabajos de la Institución.
