Circula en redes que una apuesta entre juniors al calor de los copas culminó en la tragedia el pasado 3 de diciembre; el reto consistía en volar lo más bajo la aeronave, tocando los cables de la Comisión Federal de Electricidad, se intercambiaban de las sillas del piloto al copiloto, y al final se estrellaron contra una casa, matándose instantáneamente los cuatro tripulantes de la aeronave, e hiriendo a tres habitantes de la propiedad.
Pero también ha trascendido que la nave Cessna 206, con número de matrícula XB-NGU, que cayó en un fraccionamiento de Culiacán, Sinaloa podría ser propiedad de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
Un vecino de la zona informó que la aeronave era propiedad de Los Chapitos, hijos del líder del Cártel de Sinaloa, y cerca del lugar del accidente se encuentra una hacienda de los hijos de “El Chapo”, lugar donde se estaba realizado una fiesta de varios días de antelación.
Los días posteriores al accidente, circularon videos en los que se podía ver que los temerarios pilotos, gustaban de planear las aeronaves muy por debajo del nivel permitido, al tiempo que disfrutan cantando corridos y bebiendo.
Un testigo narró que tras el accidente rápidamente fue asegurada la zona, incluso llegaron a la zona elementos del Ejército, sin embargo; también en el lugar hubo presencia de “gente pesada”, haciendo referencia a capos.
